miércoles, 30 de diciembre de 2009

The King of the Madison


Bernard King pudo haber sido lo más grande de la historia de la NBA, un anotador explosivo que se convirtió en poco tiempo en el rey de New York, llevando a un equipo hundido muy muy lejos en play-offs.


Pero su rodilla se rompió, su ligamento cruzado se partió en trozos y tras dos años de rehabilitación y reinvención volvió a las pistas. Nadie en New York creyó en él y lo traspasaron a los Washington Bullets

Sus otrora fans de New York no quisieron esperar tanto tiempo y cuando Bernard volvió a un All Star (consiguió de nuevo promedios cercanos a los 30 puntos por partido), completamente cojo y pasado de peso pero anotando desde cualquier posición, todos se preguntaron qué hubiera sido de él sin esa rotura en la rodilla y por qué los Knicks (el primero de tantos errores) no pudieron confiar en él el tiempo necesario.


Siedo niño me cautivó con su juego, con lo poco que podía ver de él. Su camiseta de los Knicks y de los Bullets siguen vendiéndose como rosquillas en USA. Sin embargo muy pocos aquí le conocen.


Fue The King mucho antes que el pesado de Lebron James...ahora veo vídeos de su época y no dejo de pensar en qué hubiera podido hacer este hombre si los hados no le hubieran dejado medio cojo.


En todo caso, aún con eso, un gran, gran, gran jugador para recordar.

martes, 29 de diciembre de 2009

Gracias por existir


Soy un loco del cine clásico. Desde sus orígenes hasta el llamado "fin de la época clásica" más o menos allá por Apocalypse Now.


Me gusta el expresionismo alemán de los años 20-30, el cine negro, el western, la ciencia ficción (incluso la serie Z más casposa), el drama, la screwball comedy, la comedia inteligente, las aventuras de capa y espada, el romanticismo más ñoño, el existencialismo más tarkovskiano, el cine bélico, todo, TODO, TODO, TODO tipo de cine tiene algo que aportarme y que disfrutar.


Por eso no entiendo a los críticos actuales que no paran de desdeñar grandes películas de ahora, grandes directores que el tiempo encumbrará a la categoría de genios.


El otro día oía el enésimo comentario de "ya no quedan directores como John Ford, Billy Wilder, Lubitsch, etc".


Puede que sea cierto que ya no se hace un tipo de cine que se hacía antes, pero, yo, que soy un auténtico fanático del cine antiguo no puedo olvidarme de los grandes actuales.


Algo parecido ocurre con la música que parece que todo lo que no sean Beatles, Rolling, Zeppelin, Pink Floyd, etc ya no tiene mérito. "Es que ya no se hace música como antes". Se hace y mucha.


Por eso, desde aquí, harto de críticos que desprecian todo lo que no tenga 30 años de antigüedad doy las gracias eternas a genios como:


David Fincher

Los Hermanos Coen

Quentin Tarantino

Sam Mendes

Guy Ritchie

Spike Lee

Christopher Nolan

Tim Burton

Michael Mann


Quien diga que el cine actual está muerto es que no tiene ganas de buscar por sí mismo obras maestras entre las miles de películas basura que nos llegan porque, en eso sí que les doy la razón a los críticos...el nivel medio ha bajado muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo.



Up&Down


Hay grupos de música que te hacen pasar un buen rato y más aún. Uno de ellos es Franz Ferdinand, cada vez que los necesito los tengo ahí, haciéndome saltar, reir, erizarme la piel y cantar como si fuera una groupie quinceañera.


El hecho de que el sublime Alexander Kapranos (inglés de ascendencia griega y no escocés como se empeñan en decir por ahí) formase el grupo sólo porque así conocerían más chicas ya los hace muy grandes para mí.

Pero su completa declaración de intenciones sobre el inicio de la banda es de las que hace que aún creas en la humanidad:

"Empezamos en esto porque queríamos escribir música que hiciera botar a las chicas, verlas saltar, emocionarse y ver cómo sus pechos se movían arriba y abajo. Ir a fiestas y que suene algo así hoy en día es realmente difícil".

Sin embargo, bajo esta modestia hay un enorme grupo que tras uno de los mejores debuts de la Historia continuó con un álbum sublime y con su gran obra maestra, su tercer y último álbum hasta ahora: Tonight.

Y si sus canciones perfectas se cuentan por cientos, una de ellas se encuentra, sin duda para mí, entre las 10 mejores de siempre: Walk Away.

Muy muy muy grandes.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Cádiz

Soy un cordobés que ama Cádiz desde lo más profundo. Desde niño he tenido una especial relación con esta provincia mágica. Otro mundo dentro del mundo, eso es Cádiz.

No puedes conocerla si sólo vas unos días o si estás en un hotel, has de pasear y oir, respirar y sentir. Cada verano está en mis recuerdos, su olor a playa, sus risas y sus eternos filósofos en cada esquina.

No hay nada comparable. Sólo gente como ella podría sonreir al peor paro de Europa. Felices de existir, de ser gaditanos.

Entre los estados de ánimo debería de existir el gaditano. Son graciosos pero no se creen graciosos, tienen arte pero no se creen artistas.

Esas chirigotas del Yuyu, ese Mágico González dando arte entre siesta y siesta. Esas playas únicas y diferentes. Esos Delinqüentes originales, con el Migue cantando sobre todo lo importante de la vida.

Y Camarón, mucho Camarón...ese príncipe entre los andaluces, cantando y trayéndonos Andalucía adonde estemos, aunque estemos muy muy lejos. Camarón no es un cantaor, es un símbolo, un mito, alguien irrepetible. Otro trocito de Cádiz hecho para mejorar el mundo.

No dejéis que nunca os cambien. Siempre llevaré Cádiz en mi alma.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Mis pequeños-enormes amigos











Hubo un tiempo en el que cogíamos el coche y escápabamos, los 3, sin nadie más. Sonaba Suede o Air o Jamiroquai. A veces agotábamos el depósito de gasolina y nos encontrábamos casi tirados en medio de ninguna parte.

Hablábamos sobre cosas que sólo nosotros entendíamos, cosas que daban sentido a un mundo onírico en el que nadie podía entrar. Las horas de la madrugada pasaban, subíamos el volumen del radiocd del coche, y nos perdíamos entre semáforos y calles desiertas.

Ray Loriga parecía estar por todas partes, pero nosotros no estábamos tristes, rara vez estuvimos tristes en compañía de los otros.

Nos encantaba desaparecer. Cuando las puertas del coche se cerraban nos sentíamos seguros.

Hablando sobre la última chica capricho, los tontos que nos rodeaban fuera de ese coche o por qué Bernard y Brett no volvían a ser simplemente Suede.

A menudo nos dábamos cuenta de que llevábamos horas conduciendo y hablando porque veíamos salir el sol. ´

Fue un tiempo precioso, incluso más que eso. Os echo de menos mis pequeños-enormes amigos. Espero veros muy pronto en nuestra Andalucía del alma.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Ojalá nacieran varios miles de David Lee Roth



¿Queda alguien en el mundo del rock actual que sea tan absolutamente macarra, divertido, mujeriego y pendenciero como David Lee Roth?. Creo que las estrellas de rock han empezado a ser totalmente aburridas. De hecho no hay nadie que cumpla esos requisitos.

Adoro ese tono divertido, juerguista y alocado que David le da a toda su imagen. Es cierto que ahora tiene más años que un bosque pero sigue siendo mágico.

Sus Van Halen son los mejores, diría que debieron ser los únicos. Verlo saltar y vacilar cantando Jump, Panamá, Runnin' with the devil o Ain't talking bout love es algo que recomendarían 8 de cada 10 psiquiatras.


A mí lleva años haciéndome sentir bien. Es difícil de explicar lo en deuda que te sientes con gente así . Gente que no conoces de nada y te hacen sentir mucho mejor sólo con verlos u oirlos.


Van Halen siempre me ha hecho feliz. Y David Lee Roth es alguien inimitable, un compañero perfecto de juergas con el que cerrar locales, aventurar con chicas y sentir cómo corre rock por las venas.

Ojalá nacieran varios miles de David Lee Roth.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Y Dale Ellis cogió su fusil


Cuando eres niño, tiendes a idealizar ciertas cosas que tal vez solo tuvieron un alto porcentaje de magia. Hay pequeños recuerdos que te acompañan toda la vida y que son muy, muy especiales para siempre. A veces un olor, a veces unos recuerdos entrecortados en la mente de algún lugar, que te hacen que pasados los años se te erice la piel al volver a sentirlos y te lleven a sentir que esas cosas eran mejores que lo que realmente eran.

Eso me pasa con un equipo de la NBA. Sí, mis Seattle Supersonics de mediados de los 80. Ni siquiera llegaron a la final de la NBA y seguramente ninguno de los jugadores ingrese jamás en el Hall of Fame (una estafa), pero en mis recuerdos siempre existirá ese quinteto formado Nate McMillan, Dale Ellis, Xavier McDaniel, Tom Chambers y Olden Polynice. Desde ese día siempre he sido de los Sonics, algo inexplicable, seguramente estúpido para un niño que vivía a miles de kilómetros de Seattle.

Después vino el grunge, y resultó que también era de esa maravillosa ciudad del noroeste de Estados Unidos. Y vinieron dos quintetos más para la historia, aquel de mediados de los noventa con: Gary Payton, Detlef Schrempf, Hersey Hawkins, Shawn Kemp y Sam Perkins. Otra vez muy cerca del milagro del título.

Y por último, a mediados de los 2000 el equipo "basura" de los dos megacañoneros: Ray Allen y Rashard Lewis, rodeados de gente como Vladimir Radmanovic, Luke Ridnour y Nick Collison.

Mis amados Sonics, siempre irán conmigo, sigo esperando que el proyecto de Gary Payton devuelva a la ciudad un equipo NBA. Un lugar mágico de donde nunca debió salir.

Y para el recuerdo, Kevin Durant, sólo un año, antes del cambio a Oklahoma pero un Sonic para siempre. Parasiempre, mi fantástica camiseta de un futuro MVP: Mr. Durant.

Go Sonics.

martes, 8 de diciembre de 2009

Los Pixies lo inventaron todo


Dicen que Pixies lo inventaron todo. Seguramente sea verdad, gente como ellos, Sonic Youth y Dinosaur Jr. decidieron meter ruido, distorsión y toneladas de melodía a un pop aburridísimo, lleno de músicos de estudio, teclados hasta la náusea y muy muy poco sonido de fuera de las majors.

Mi adolescencia no sería lo mismo sin estos "indies", "alternativos" o lo que sean, a veces venían de discográficas pequeñísimas y otras desde el centro mismo del mainstream.

Los viernes en pubs como Surfer Rosa o Velouria eran maravillosos. Sonaban canciones que te despertaban sensaciones que no conocías. Intentabas averiguar el grupo, bailabas, después intentabas encontrar a alguien que te pasara ese álbum, luego lo oías mil veces, dos mil veces.

Conocías cada nota de las canciones, y la rara vez que había dinero te comprabas el cd. Mirabas la portada, durante horas, leías las letras, veías las fotos. Aquello no era un consumible rápido como ahora. Era algo que quedaría grabado para siempre en tu vida.

Y allí estaban los padres de todo (Pixies, Sonic Youth, Dinosaur Jr.) y los genios grunges salidos de la nada (Soundgarden, Alice in Chains, Nirvana, Pearl Jam e incluso Stone Temple Pilots aunque no fueran de Seattle), luego el rock americano, puro y divertido, pero de ellos hablaré otro día...

Recuerdo mil kilómetros oyendo Pixies, de viaje a Francia e Italia, éramos chicos normales, un poco neuras y con demasiado existencialismo. Una mezcla maravillosa.

Luego formabas un grupo, y lo primero era crear distorsión, buscar melodías y cantar sobre lo jodida que era la vida y por qué las chicas de mediados de los 90 eran tan increiblemente destructivas.

Antes de Pixies no existía nada...Eddie Vedder dice que "todo el mundo oía Pixies, muchos ni sabíamos si Frank Black estaba gordo o no ni como era de atractiva Kim Deal. Allí sólo importaba la música.

Me gusta pensar que esa época no ha muerto y que, en algún lugar, sigue habiendo gente que alcanza la madurez y es como éramos nosotros.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Yo no soy Vicente Parra

A veces quieres hacer tantas cosas que no te mueves...no haces nada. Es el llamado "síndrome Vicente Parra". Paralizado, ante mil opciones.
Yo no soy Vicente Parra, yo atrapé a Paquita Rico...pero es cierto que a veces me congelo y veo pasar las horas, simplemente pasar...con música de fondo y algo de indiferencia en el ambiente.

p.d: Vicente Parra fue un actor español de los años 50, 60... que era considerado todo un sex symbol de la época, que tuvo a sus pies a las mujeres más bellas del país y que...en su indecisión de cuál sería la correcta, si Carmen Sevilla, Paquita Rico o Dios sabe quién acabó soltero, sólo y dudando.