domingo, 30 de enero de 2011

TODO VA A SALIR BIEN


Hace casi dos años que nació Elisabeth, en muy pocos días cumplirá su segundo año en el mundo.

No quiero recordar lo mal que lo pasamos hasta aquel mágico día en el que salimos del hospital con ella en brazos y un papel maravilloso que decía que TODO IBA A SALIR BIEN.



La vida puede torcerse en cuestión de segundos, pero nunca nos damos cuenta. Aquella madrugada fría de Febrero, lo que iba a ser un parto fácil en el que llegaría nuestra esperada segunda hija, se convirtió en una pesadilla.



No sé por qué escribo sobre esto, ni por qué lo recuerdo, tal vez sea simplemente porque necesito expresar parte de lo que ocurrió dentro de nosotros y que...nunca olvidaré.



Tampoco sé exactamente de dónde se sacan fuerzas para salir adelante cuando todo parece salir mal pero...se sacan y, después, al pensarlo fríamente, no entiendes como lo hiciste pero lo hiciste.



No quiero aburrir a nadie con términos médicos: prolapso, intoxicación pulmonar, cesárea de urgencia...



Sólo sé que mientras me vestía y sonreía para entrar al quirófano porque nacía mi segunda hija una enfermera se me acercó y me dijo que algo iba mal.



Edurne llevaba horas diciéndome que era horrible lo mal que se sentía y ahora todo empezaba a tener sentido.



En cuestión de segundos me sacaron a empujones de allí y me dijeron que tenían que intervenir urgente porque había peligro para 2 de mis 3 niñas porque Elisabeth, que aún no había nacido, ya era una de mis 3 niñas.



Y allí me dejaron sólo, en la puerta del quirófano, sin nadie que me dijera nada más. Rezando a Dios, a Alá, a Buda y a toda los dioses de la Grecia clásica.



Mientras me sacaban vi imágenes que se quedarán para siempre en mi cerebro, imágenes que llegaban a mí como si me golpeasen en un ring próximo al knock out.



Mi preciosa Edurne me miró mientras se le cerraban los ojos por la anestesia y lloró un "no te preocupes, todo va a salir bien" y vi cómo intentaban con las manos que Elisabeth no se ahogase.



El tiempo pasó, lloré, me mareé, quise vomitar, paseé arriba y abajo por ese pasillo sin gente.



Elisabeth nació y lloró pero algo no iba bien. No sabían cómo reaccionaría mi mujer y por qué no respiraba bien mi bebé. No sabían si le había faltado oxígeno. No sabían si había tragado algo malo...me pregunté por qué la ciencia está tan avanzada pero nunca nadie sabe nada de forma segura.



Me dieron a mi bebé en brazos, la besé y le dije que TODO VA A SALIR BIEN. A los pocos minutos se la llevaron, antes de que mi mujer pudiera siquiera sentirla suya.



Los siguientes días en la UCI fueron horribles. Elisabeth llena de cables, comiendo por la nariz y sin dejarme tocarla más allá de una incubadora.



Alguien a quien quiero muchísimo murmuró: es cruel que pasen estas cosas.



Miraba a Elisabeth desde fuera, mi mujer estaba en otra planta, haciendo como que podía con todos esos dolores y el inmenso dolor de su corazón por no poder tener a su bebé al lado, ahora que la necesitaba más que nunca.



Pensaba en Elisabeth, los doctores me decían que sería duro para ella pasar de sentir a su madre desde que se formó a estar sóla, tumbada boca abajo, sin ningún roce ni cariño.



Pasaron los días, subía y bajaba de una planta a otra, le volcaba el biberón a Elisabeth para que le cayera por los cables y le decía que yo era su papi, y que siempre la iba a cuidar y siempre iba a estar ahí.



Subía de planta y le enseñaba fotos a Edurne de nuestro bebé, esas fotos que no podía hacer en la UCI pero que necesita mostrarle a mi mujer para ver que TODO IBA A SALIR BIEN. Las enfermeras veían como sacaba mi móvil intentando que nadie se diese cuenta y ellas miraban para otro lado.



Llegaba a la habitación de Edurne y le decía lo bonita que estaba y que había comido algo más, que el nivel de oxígeno en sus pulmones ya había llegado al 60% y que TODO IBA A SALIR BIEN.



Cada vez que entraba y salía de la UCI tenía que lavarme con un jabón especial, manos, brazos, ponerme bata y mascarilla, aprendí rápido a abrocharme sólo por detrás.



A mi móvil llegaban vuestros mensajes, vuestras llamadas. Vi toda la gente que nos quería. Me sentí bien.



Mientras tanto, cada noche, nuestra otra hija, la preciosa Lucía, dormía en casa de sus avis, con una foto impresa de las que le hice con el móvil a su hermana en la incubadora, y decía que TODO IBA A SALIR BIEN, pero que necesitaba que estuviéramos los 4 juntos y que todo hubiera pasado.



Llegó un día que nunca quisimos vivir, Edurne mejoró algo y la dejaron volver a casa, pero nuestro bebé no iba con nosotros. Edurne lloraba en el coche diciendo "no es justo". Yo conducía intentando no llorar.



Un día, una enfermera llegó y me dijo que mi pequeña Elisabeth era increiblemente fuerte y que respiraba bien por sí misma, que TODO IBA A SALIR BIEN.

Pero aún quedaba lo más duro, había que hacerle pruebas para dictaminar si su cuerpo tenía alguna secuela por lo ocurrido.

Le hicieron scanners cerebrales mientras la cogía en brazos y suplicaba que todo estuviera bien, que fuera una niña normal.

Y un día, le pusimos un gorrito y nos dejaron quedárnosla parasiempre, y nos sentimos completos. Nuestra burbuja estaba completa, los 4, Edurne, Lucía, Elisabeth y yo.

Llegamos a casa, le enseñamos su hogar, cerramos la puerta y supimos que TODO IBA A SALIR BIEN.

Nos dijeron que iba a ser un poco duro, porque podía afectarle el shock de haber nacido y haber sido apartada del calor de su madre pero que poco a poco se adaptaría a todo.

Hoy no entiendo cómo era la vida sin ella, no entiendo los días sin darle besos en sus mofletitos, sin abrazarla y oirla reir.

Cada día que pasa es más mágica, más especial, más divertida, más única. Mi pequeña reina Elisabeth. Alguien que hace que todo tenga sentido y que cada día sea un poco mejor que el anterior.

No sé cómo pude ver el Barça todos estos años sin tenerla a mi lado SIEMPRE cogiéndome la mano mientras veo el partido.

Me quedo con esa imagen...ya hemos hablado demasiado de hospitales y problemas.

3 comentarios:

  1. Joooo, estoy llorando yo!!!! Definitivamente TODO VA A SALIR BIEN!!!!

    Os quiero

    H*

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  2. Supongo que en algún momento, a mis padres también les debieron decir "Todo saldrá bien". Las niñas de esta familia somos fuertes, tiramos adelante por encima de todo, aunque primero lloremos,pataleemos y queramos perder de vista el mundo. Pero somos valientes. Y tus 3 niñas lo son, las más valientes.

    Muaks

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  3. Eres un "monstruo" y sois muy grandes y con mucho amor !!! Toda la familia tiene mucho amor para dar, por eso somos capaces de superarlo TODO !!!
    Enhorabuena por ser así y muchas FELICIDADES para esa muñequita y para su hermana Lucía.

    Besos a todos, os queremos :

    Fede, Júlia , Mar y Sílvia

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